/Crónicas///

Hardcore Superstar – Madrid (21/04/2008)

Joakim Berg, Vic Zino, Martin Sandvick y Magnus Andreasson
9.5
Heineken, Medio aforo
Precio: 24 €

SET LIST Crashdiët:
Rain
Queen
Sin
Needle
Care
Falling
Riot
Miracle
Breaking

Como en el título de una famosa película de los 80, «Back to the future», lo de Crashdiët fue como ese titulo pero a la inversa. «Back to the 80’s» pudo titularse el concierto. Si alguien ha visto «Armas de mujer», sabrá de lo que hablo. El guitarrista llevaba un peinado a lo Joan Cusack. Olliver, el cantante, era Melanie Griffith. Y del bajista, mejor ya ni contar, con la guitarra rosa, la minifalda y las medias de leopardo. Lo de menos yo creo que fue el repertorio, con temas más que previsibles, aunque muy bien interpretados. Lo de más fueron las patadas de aerobic por encima de la cabeza, los movimientos pélvicos y los tocamientos inguinales de Olliver. Un crack, vaya.

Hardcore Superstar llevaban como un milenio sin pasarse por España, pero el caso es que Jocke Berg, se acordaba de su paso por la Moby, en el que por cierto, anduve yo también, justo en la gira del «Thank you …» Hardcore Superstar son una banda que no se ha acomodado. Las múltiples nominaciones a los grammy suecos, demuestran por un lado, el buen gusto de los suecos y por otro, que son una banda muy reconocida en su país, aparte de los múltiples nº 1, que han logrado en sus listas. Empezaron como punk rockers con «Bad sneakers and piña colada», con una estética glammie, para irse reconvirtiendo en una suerte de Motley Crüe suecos, de sonido más «sleazy» con apuntes metálicos, endureciendo su sonido.

Además había que sumar el aliciente de ver como se las apañaba el nuevo guitarrista, Vic Zino, después de que Silver abandonara la banda, en plena gira en enero, entre otras razones, por el altercado en que la emprendió a golpes con un periodista sueco. Mucho nos temimos que esta iba a ser por ello la tercera suspensión consecutiva de una fecha de los Hardcore Superstar en la capital, tras su espantada a Japón, en la anterior cita.

La espera de no se cuantos años y el retraso de inició del concierto mereció la pena (20;30 según la entrada, 22;10, en realidad. No está mal). El público entre la larga espera y que no se cubrió media sala, empezó muy frío. Jocke Berg y secuaces, desde «Need no company» hasta la fiesta final de «We don´t celebrate sundays», ofrecieron un concierto sin tregua y de total entrega, en el que no dejaron títere con cabeza.

La duda sobre el guitarrista quedó despejada. Vic Zino es mejor que Silver. Y mientras en otras bandas del género podemos comprobar como van decayendo físicamente sus componentes, con Jocke Berg, pintas aparte, es todo lo contrario. Tremenda forma física la de este hombre que no paro de correr, animar y moverse en el escenario, manteniendo un nivel vocal altísimo. Control de la pose, muestras de colegueo entre la banda, gestos rockeros como el lamer el mástil de la guitarra … Un mérito tremendo el ser capaz de tranformar un auditorio completamente frío y pasivo al inicio del concierto, en el bullidero final, en el que la banda se las vio negras para que les dejáramos salir del escenario. El tema final con Crashdiët sumados a la fiesta, compartiendo escenario, tengo que apuntarlo como uno de los mejores momentos de un concierto vividos en mi vida, como el de la coversación entre Jocke y una fan rubia, que fue por mérito propios la segunda frontman del concierto.

La banda perfecta. Como comento un tío del público, «estos tíos están a otro nivel». El concierto fue algo corto, de hora y cuarto, pero casi fue de agradecer porque no dieron respiro. El set es lo único criticable. Lo dos últimos, para mi gusto, son los dos peores álbumes de la banda, pero sólo interpretaron temas de estos dos discos. Un desperdicio dejarse los otros tres discos en el tintero. Pero en directo y en caliente, todos los temas sonaron brutales, con mención especial para «Wild boys», «Bag on your head» o «Kick on the upperclass». Además y lo que es un merito en Heineken, es que viéndolos en primera línea, todo el tinglado sonó de 10. Y esto también tengo que decirlo, es que la Heineken la han remozado totalmente, mejorando la visibilidad y la capacidad y no se si con ello, también habrá habido alguna mejora en el set de sonido.

En suma concierto de matricula de honor, deseando que no haya que esperar otra porrada de años para volver a ver a los Hardcore Superstar. Las caras y gestos de agradecimiento final al público de la Heineken, dan muestra de los satisfechos que acabaron ellos mismos, con la que habían montado.

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21 de abril de 2008