/Crónicas///

Okkultokrati – Erandio (23/11/2011)

7.0
Sentinel, 30 personas
Precio: 5 €

Nueva visita al muy peculiar Sentinel para ver pasar la gira de los noruegos Okkultokrati, practicantes de una mezcla de black, hardcore y rock n roll con denominación escandinava. Editados en España por Odio Sonoro, venían repentinamente para una gira de 8 fechas principalmente por el norte de España. Uno no es nada entendido en este tipo de extremismos, pero parecía una banda interesante y un buen plan para partir la semana.

Abrieron Beruna, trío de Ispaster entre el sludge, el crust y el doom. Como tal, la cosa va generalmente de largos pasajes repetitivos y oscuros alternados con momentos para la zapatilla, todo ello con voces rasgadas, sordas, etc. No nos aportaron gran cosa más que clichés hardcore-metal para pasar el rato, pero eso si, ellos lo vivieron de lo lindo. Por su comportamiento en el escenario diría que no están muy rodados ya que parecían disfrutar más que el público. Y es que más que tablas, les faltó la humildad de reconocer que, si el público no está haciendo headbanging o pogueando como un loco, será por algo.

La actuación de Okkultokrati se vio por su parte muy lastrada por un micro que no funcionaba y que dejaba la voz a la intuición (suerte que el recinto es tan pequeño que algo oíamos) durante gran parte del concierto. Una pena. La banda la componen miembros de otras formaciones como Hombre Malo o Sons of Saturn, Haust… con lo cual de puristas tienen poco y la mezcla la llevan muy rodada. Personalmente me quedo con los momentos de punk-rock metalizado más a lo Motörhead, pero sus partes más oscuras, con su cantante poniendo los ojos en blanco provocaban escalofrío.

El rollo blacker parece que lo llevan más en la denominación de origen que otra cosa y algunos tonos de voz de su cantante, pues lo escuchado se encuadró más en el hardcore/dbeat y rock macarra y de hecho las partes metaleras estaban por lo general más cerca de la solemnidad doom que del black. Por lo que respecta a la banda, tampoco llevan ningún rollo raro y se mostraron muy competentes y pacientes ante los problemas técnicos, así que esperaremos a verles en otra ocasión más propicia.

Especial mención como siempre a la sala y su particular iluminación, impropia de un recinto tan pequeño y que es capaz de animar cualquier concierto, provocando sonrisas a público y bandas. Menos mal que se cortaron con los noruegos, siendo más minimalistas, no fuera a ser que les estropearan el clima y se enfadasen.

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23 de noviembre de 2011