/Crónicas///

GY!BE
Hope Drone
Mladic
Gathering Storm
Moya
Behemoth

CLOUD NOTHINGS
Quieter Today
Now Hear In
Stay Useless
Psychic Trauma
Fall In
Cut You
Giving Into Seeing
Just See Fear
Pattern Walks
I’m Not Part of Me
Wasted Days

MOGWAI
Heard About You Last Night
I’m Jim Morrison, I’m Dead
Master Card
Ithica 27ø9
White Noise
Rano Pano
Hunted by a Freak
Mogwai Fear Satan
Deesh
Remurdered
Mexican Grand Prix
We’re No Here

Otro Primavera que tocaba a su fin y como el viernes no habíamos pisado el parque, la del sábado era cita obligada, aunque llegáramos sólo a disfrutar de los conciertos de Caveman y de Speedy Ortiz. No lo sé, imagino que los conciertos en el parque siguen siendo algo que distingue al festival y que a los nuevos asistentes les parecerá maravilloso pero para mi esto se parece ya poco a la maravilla que era hace unos cuantos años. No está mal, pero ya no merece tanto la pena madrugar para ello (y no hablo de la calidad de los grupos).

Pronto tiraríamos para el Fòrum a ver a La Sera, la pelirroja ex-Vivian Girls que con su banda en solitario relaja un poco ese punk de esencia 60s hacia un power-pop agradable pero con fuerza. La leve lluvia no pudo contra su música, tan ausente de pretensión como ideal para comenzar una jornada final. Al lado, los locales Univers dieron una lección de un pop ruidoso y más que de shoegaze hablamos de canciones ronroneantes al extremo e interpretadas en catalán, más que interesantes.

Y del catalán al euskera (bueno, sólo a algunos ratos entre el inglés) de Belako, que se consagraron en el Primavera Sound como uno de los pequeños hypes salidos de Bilbao con su mezcla de ruido indie y ritmos post-punk. Quizá le restó seriedad ese numerito de club de fans entre el público, pero estos chicos tienen futuro. La mirada del tigre, que diría Loquillo. En un tono más relajado, la joven crooner australiana Courtney Bartnett destilaba folk-pop elegante con irónicas letras y con ella dejamos por un momento la alternancia Vice-Pitchfork que tanto juego da.

Y la dejamos por razones de fuerza mayor. Television no se reúnen todos los días para tocar un disco tan histórico como «Marquee Moon» y yo, pese a lo mucho de fan irredento de Superchunk que tengo, me decidí por los neoyorkinos. Hubo lugar para el arrepentimiento pero sólo en parte. Por un lado, la edad es la edad y en ocasiones daba la sensación de que que la banda no podía seguirle los pasos a sus propias y enormes composiciones. Sin embargo estas son tan excelsas que a fuerza de meterse en el concierto, ellos y nosotros, la cosa mejoró enteros. No voy a culpar a Tom Verlaine de nada. En el fondo yo, como muchos, sabía lo que había y quería ver a Television por encima de todo. Les vi y tampoco fue ningún desastre, simplemente no fue genial como sí es el disco.

 El de Caetano Veloso fue sin duda el concierto para todos los públicos de este Primavera Sound. Esto lo explica un Ray Ban petado hasta la bandera, con gente de toda edad disfrutando de lo lindo y hasta ambiente familiar se podría decir. Pero pensando en la salud, aguardaban 2 horas de post-rock de línea dura y había que emplear estos momentos en llenarse el estómago.

Porque sí, la franja horaria de GY!BE asustaba sobre el papel, aunque finalmente fue más corta. Y claro, estos pollos canadienses tocaron tan sólo 5 canciones, cada una con crescendos hasta el infinito y construcciones que ponen a prueba la paciencia y el aguante físico de una jornada final de un festival tan kilométrico. Bien pues el primer drone (si, el de la esperanza) se hizo algo duro pero me lograron meter en su juego místico gracias a una presencia escénica que más que en ellos, que bien merece la pena verles, se centra en esa gran pantalla por la que pasaron todo tipo de imágenes enigmáticas con motivos de ciencia, mística, naturaleza o arquitectura, entre otros. Esto contrastaba con momentos de tensión, catarsis, nostalgia y apocalipsis que brillaron con un sonido, el del ATP que -¿hace falta decirlo?- fue perfecto una vez más. Por cierto, un abrazo a los iluminados de los globos de colores en este concierto, qué gran idea.

Bueno, para no faltar a la verdad GY!BE me atraparon, pero no se me pasó por alto el constante abandono de gente durante el concierto, algunos hacia posiciones de césped en las que sentarse, otros imagino que a buscar propuestas más instantáneas. Es por eso que, tras salir como el que no quiere la cosa de posiciones delanteras y centrales de dicho concierto, la sorpresa fue más grande al abordar las escaleras de bajada al Vice, donde Cloud Nothings despachaban punk-rock para las masas. Desde luego la elección del escenario más pequeño para albergar a una banda en pleno auge fue nefasta pero lo que digo yo que la organización no valoró fue precisamente que ese circuito «rockero» GY!BE-Cloud Nothings-NIN iba a estar muy transitado.

Pues ahí estaba esa nueva estrella del indie-rock llamada Dylan Baldi, con banda en formato trío para presentar con el mayor punch posible los temas de sus dos últimos discos que sin duda representan un nuevo comienzo para la banda en la senda de la agresión sonora. Se pudo ver como sus temas son ya poco menos que himnos, incluso los de su nuevo disco. En cuanto al set, apostaron como digo por el punk-rock ofreciendo un concierto arrollador pero también se echaron en falta esos momentos puntuales de mayor tensión «No Future/No Past» o «No Sentiment», aunque ya notamos que esta faceta no tenía cabida en su más homogéneo último disco. Al menos sí que tuvimos el cierre con su obra de arte de casi 9 minutos, «Wasted Days», uno de los momentos del festival y además en un momento más disfrutable en que ya el gentío había dejado de hacer tapón para irse a Nine Inch Nails.

Mi elección quedaba mucho más cerca. Si, Mogwai vienen mucho. Si, son de más cerca. La verdad es precisamente que el enorme concierto de Mogwai presentando su disco anterior (mejor que los que he visto de Nine Inch Nails) fue precisamente la clave. En cambio, las cartas del regreso de Nine Inch Nails me gustaban menos. Si a esto le sumamos ATP vs Heineken es que no hay color. Así que al ATP me fui a disfrutar junto a media Escocia (la otra estaba en NIN, no os creáis) del hermoso pero atronador directo de los de Glasgow. La primera parte del concierto estuvo marcado por apenas destellos de melodías repetitivas que hacían un efecto incluso gracioso cuando paraban y Dominic entonaba sus característicos «Merci, thank you».

Esto es algo que me encanta de Mogwai, que no necesitan de rituales, ni de silencio entre canciones (durante las partes lentas sí que lo hubo), ni de ninguna de esas reglas tan intelectuales del post-rock. Puede que sean melancólicos, pero de ninguna manera pretenciosos. En fin, que siguieron tocando canciones una a una, de todas sus épocas. En el ecuador del concierto llegó, como no, el éxtasis de «Mogwai Fear Satan» y poco después lo pudimos contraponer a su nuevo clásico instantaneo «Remurdered» que fue aclamado como tal. Todo esto entre focos de diferentes colores que daban ambiente a cada tema, siempre presididos por esa especie de ojo kraut-rock que presidía en lo alto del escenario, como en la portada de su «Rave tapes». Para finalizar como siempre, una tormenta de ruido tras «We’re No Here» en este caso, en la que los miembros de la banda fueron abandonando uno a uno el escenario.

Primavera Sound - Barcelona (31/05/2014) - Belako

Aún con los oídos sin despejar iba dispuesto a llenármelos del fuzz de Ty Segall para verle justo terminar un concierto que apuntaba a ser uno de los que los más trues del lugar nos restregarán dentro de unos años. A cambio tuvimos a Cold Cave en formato dúo interpretando esos temas de pop industrial y baile oscurillo. Buen sonido y buenas canciones pero claro, puesta en escena algo sosa. Un poquito de baile con unos Black Lips cada vez más lights y no por ello aburridos y de vuelta a ver lo que tramaban Za!

No dudábamos de una de nuestras bandas más desparramadas a las 4:00 de la mañana de un sábado. Y volvieron a hacer de las suyas, claro. Podían haberlo hecho mucho más fácil, podían haber tirado de hits que hubieran tenido a los allí congregados (la mayoría fans, claro) comiendo de la mano. Pero no, los pollos estrenaron temas «El Badulaque» y la genial «Hablas como Autechre», muy apropiada para esas horas y por supuesto se fueron por peteneras finalmente cruzando a Prodigy con pachanga. Lo sentimos mucho por Daniel Avery que continuaba la fiesta en el escenario de al lado sin ningún tipo de alarde, pero lo del dúo catalán no lo hubiera igualado ni con toda la droga del mundo.

 

 

FOTOS: Primavera Sound, Eric Pamies


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31 de mayo de 2014