/Crónicas///

Tokyo Sex Destruction – Madrid (07/11/2009)

RJ Sinclair, RR Sinclair, SF Sinclair y JM Sinclair.
7.0
Ramdall, 1/3 de sala
Precio: 10 €
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Estuvimos en el estreno de la sala Ramdall y una semana después podemos repetir. El motivo no era otro que pasar olímpicamente del derby madrileño con una de las mejores raciones de soul, rock and roll y garage que puedan salir de aquí… Hablamos de la presentación de «The Neighborhood», el nuevo disco de Tokyo Sex Destruction.

De sorpresa, nos topamos con que los teloneros de la velada anti-derby eran los irreverentes Bultacos. Perfectos en la labor de que nos fuéramos preparando a lo incordión de RJ Sinclair, cantante de Tokyo Sex Destruction, con un cantante que se pasó el concierto danzando por el suelo de la sala, gritando y saltando. Mientras, la banda sigue tan sólida como cuando les vimos en las Demóscopicas con Standstill y Cohete, con un sonido punk directo a la yugular que creo convenció al dubitativo público de la Ramdall.
Con los Sinclair actuando en seguida en el escenario ocurrió lo mismo: mucha duda de si sumarse a la incendiaria fiesta de los catalanes Tokyo Sex Destruction en los compases iniciales del concierto, en el que repasaron «The Neighborhood». De hecho, ese fue el gran pero del concierto, condicionante de que no fuera un concierto del todo mayusculo: el repertorio. Porque si, esto era una presentación del nuevo disco como en todos lados venía anunciado, pero ni «Black Noise Is The New Sound» ni «The Big Red Box For The Syndicate Of Emotions» ni «Le Red Soul Communite» tuvieron su oportunidad para hacernos entrar del todo en el show.

Es cierto que a la formación actual, con saxofonista y percusionista incluido, le sienta excepcionalmente bien los temas mas elaborados y ampulosos de sus dos trabajos mas recientes. También lo es que las ganas de RR Sinclair haciendo solos y con la vena funk es tan apreciable como que es el primer disco de RM Sinclair al bajo, pero algo de variedad extra para una presentación con sala por todo lo alto había lucido mas tirando de repertorio (Que lo tienen).

Luego está RR Sinclair, ya aparte, ejerciendo más como showman y maestro de ceremonias que como cantante: subiéndose por los sofás, haciendo chistes malos, desenchufando el micrófono, saludando a la gente, distorsionando su voz de maneras insospechadas… Vamos, igual de irreverente que siempre: como debe ser.

Por ir resumiendo hemos de decir que le volvemos a poner una nota muy alta a la sala, le subimos la nota a Tokyo Sex Destruction desde que hacía que no los veíamos por un buen hacer excelente y le ponemos una baja nota a un repertorio que terminó resultando algo aburrido.

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7 de noviembre de 2009