/Crónicas///

Torche – Pasaia (19/11/2010)

Steve Brooks, Rick Smith, Jon Nuñez
9.0
Mogambo, Medio aforo
Precio: 8/10€

Como Donostia está poniéndose las pilas en esto del rock, o más bien, se la están poniendo los promotores locales, en este caso Red Ribbon Music, tocaba acercarse allí un viernes para ver a la que puedo categorizar como una de mis bandas favoritas de los últimos tiempos. Torche llevaban tiempo sin pasar por aquí, nunca por el País Vasco y la última vez que pasearon por la capital española muchos no teníamos la suerte de conocerles ni a ellos ni a Baroness, a quienes acompañaban entonces. Desde entonces habían lanzado no sólo el robusto «In Return» sino «Meanderthal», disco que les consagra como una de las bandas de rock alternativo más interesantes de su camada. Puede que hayan trascendido al calor de los citados Baroness y estos a su vez de Mastodon, pero que me aspen si el trío no juega sus propias bazas en forma de melodías herederas del punk-rock y el indie, dejándose de complicaciones y virtuosismos.

Con el desplazamiento, cena, etc. apenas pudimos llegar a ver un poco como los Antigua & Barbuda atronaban la ya de por sí cavernosa Mogambo con algo de su primer post-hardcore pero sobre todo con la oscura tralla hacia la que han derivado. La batería como siempre, su gran motor, aunque la saturación aquí no ayudó a que destacara tanto.

Después llegarían los mucho más amistosos tonos de Torche, esos metaleros alegres. Empezaron a darle al «Meanderthal», tanto en sus momentos más rápidos como renqueantes. La verdad es que aquello sonaba bastante bien pese a que la sala no parece tener las mejores cualidades (acústicas, que la cerveza a un euro no es muy frecuente) y sobre todo teniendo en cuenta que Torche contaban hasta hace cosa de un año con un guitarrista adicional y ahora se tienen que apañar con lo que hace Steve, que también canta. Atacaron su reciente «Songs for Singles» con el single «UFO» y comenzó la veda de temas optimistas, guitarrazos dulces y melódica voz, parámetros que explican que la banda pueda atraer tanto a seguidores de Hüsker Dü y Dinosaur Jr. como de Melvins y Electric Wizard.

Tras unos minutos para este nuevo disco la cosa empezaba a animarse y, aunque la gente aún se mostraba demasiado tímida, empezó la lluvia de hits. Porque saben hacer canciones como casi nadie en el hard-rock actual y eso es notable al ver como repasan toda su trayectoria, desde «In Return» del propio disco a «Mentor» de su ya lejana primera grabación. Cosa muy de agradecer que se acordaran de aquellos tiempos de mayor ignominia, sobre todo cuando más adelante sonó el absolutamente glorioso minuto de «Rockit». Y es que los extremos son lo mejor en Torche, pues temas de acidez ambiental como «Face The Wall» o el insistente riffeo indie-rocker de «Out Again» se sitúan entre lo mejor de su repertorio en directo. En estos tiempos en que hay tantas bandas tratando de ir de profundas y sesudas, es importante que haya quién reivindique la importancia de las buenas sensaciones en el rock.

Resumiendo, que se tocaron «Songs for Singles» en su totalidad. Es lo que tiene tener discos tan cortitos, que en directo te da tiempo a dejar a todos contentos. Ellos tocan su nuevo repertorio y tienen sitio de sobra para favoritos de los fans. Sin embargo hubo momentos para ambientes más diabólicos y ralentizados. En este terreno destacó la dupla «Charge of the Brown Recluse» y «Tarpit Carnivore», demostraciones sludge de la técnica «string bomb» patentada por Steve en Floor y Torche que pusieron punto final a su actuación previamente a los bises, ya con muchos entregados al noble arte del headbanging.

Lo que vino después ya fue la típica locura repentina de darse cuenta de que no queda mucho concierto y toca poguear, de buen rollo pero duro, lo cual se hizo especialmente divertido en el resbaladizo suelo de la Mogambo. La sucesión de «Healer» y «Across The Shields» no es para menos, uno de sus temas más explosivos y la canción que mejor demuestra como a la banda se le vienen pequeñas las etiquetas. A partir de aquí, volverían a salir a petición popular, sonrisas entre los miembros de la banda, sonrisas entre el público, sonrisas en su técnico de sonido que lo dio todo al ritmo de la banda… en fin, sobra decir que concierto exitoso de una banda (otra más) que toca en pequeñas salas cuando hay tanto fraude llenando estadios. En fin, mejor para nosotros.

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19 de noviembre de 2010