/Crónicas///

Tortoise – Madrid (15/05/2012)

Dan Bitney, Doug McCombs, Jeff Parker, John Herndon, John McEntire
8.7
Matadero, Casi lleno
Precio: 18 €

Pocos artistas en el mundillo de la música independiente pueden presumir de tantas cosas como Tortoise. No es ya solo ese constante movimiento musical que los ha hecho piedra filosofal de un estilo como el post-rock, que queramos o no ha marcado el final de década pasada, también han sido los primeros y/o los mejores en introducir el jazz, en experimentar con instrumentos poco habituales y en arriesgarse a crear propuestas únicas. Sus directos no andan a la zaga, vibrantes y sorprendentes a partes iguales, como demostraron una vez más en su gira española.

Tortoise sin duda van varios por delante del resto, lo iban con «TNT» allá por 1998 y seguramente con su reciente artefacto «Beacons of Ancestorship» también siguen yéndolo, aunque el compendio de canciones este a años luz del ultimo. Así nos brindaron un repertorio variado en todos los aspectos, donde brillaban sin duda «In Sarah, Mencken, Christ And Beethoven There Were Women And Men» y «Along The Banks Of Rivers» tanto como los constantes cambios de instrumentos de sus miembros o de una sensación curiosa de repertorio y sonido mas divertido que erudito, como su material de estudio daría que pensar. Como si la herencia progresiva de clásicos como Can se adueñase de una banda que a priori puede parece más destinada a disfrutar con la cabeza que con los pies.

El buenísimo concierto de la banda volvió a sorprender con la cambiante instrumentación de sus miembros, a veces con dos baterías, a veces repleto de guitarras y otras con el los sintetizadores comandando la escena. La banda de Chicago además demostró muy buen rollo, aunque con la habitual sobriedad y frialdad que han demostrado en sus otras visitas. La precisión es marca de la casa, tanto a la hora de actuar como a la hora de demostrar gratitud.

En cuanto a la propuesta de Los Conciertos Sublimes de Dosemociones de trasladar el show desde la Rock Kitchen al Matadero y en horario matutino (era San Isidro, patrón de la capital) sentó de maravilla al evento. Si alguno de los lectores se ha pasado por los conciertos en parques dentro de la programación de Primavera Sound se puede hacer una idea de lo que estamos hablando: publico menos disperso y más respetuoso que de costumbre, una sala al aire libre que respondió perfectamente a la curiosa acústica de los de Chicago y en general una sensación especial. Tanto como lo que sigue suponiendo ver a unos avanzados como Tortoise adueñarse de la atención de todos.

Contenido relacionado

15 de mayo de 2012