/Crónicas///

We Are Standard – Bilbao (16/08/2009)

Deu Txakartegi, Jon Aguirrezabalaga, Javi Leta, D.W. Farringdon, Juan Escribano
7.5
Botika Vieja, Pobre
Precio: Libre

Que los conciertos de fiestas de Bilbao cada año son más peregrinos es una realidad incontestable, al menos para todo aquel con ciertas inquietudes en la música popular (no dudamos que las bilbainadas quedan muy bien cubiertas). Este año sin ir más lejos las propuestas de las txoznas y el Kafe Antzokia (aunque este de pago, claro) se comieron ampliamente la mediocridad demodé planteada por el ayuntamiento de una ciudad cuya modernidad se plantó en el Guggenheim.

Tras este alegato necesario para quedarse a gusto, abordemos lo que pasó en una de las escasas noches interesantes en el otrora escenario «grande» de Botika Vieja. Allí estaba uno de los grupos vascos que más está dando que hablar en los últimos tiempos. Hablamos de We Are Standard, con su propuesta de pop-rock orientado al baile que cada uno etiquete como quiera. Su segundo disco no es desde luego ningún punto de inflexión en este tipo de música pero está repleto de hits. Su carácter de cabeza de cartel quedaba tan claro por relevancia que aún no nos explicamos que tocaran los segundos.

Pero primero tocaron los también getxotarras aunque afincados en Madrid, Zodiacs. Su música sigue quedando a medio camino del pop y el rock, un segmento que en España a día de hoy no se entiende demasiado. Su influencia directísima de Tequila les confiere momentos de power-pop muy enérgico con hits ya de años como «Chica Normal» o «Estimulantes», pero muchos otros anodinos. Intentaron animar al público pero la cosa fue fría a más no poder y hay que decir que el grupo le echó ganas. La sorpresa de su actuación fue cuando se arrancaron con la ridícula e infantil canción del anuncio de Fanta, que intuyo que casi todos desconocíamos que fuera suya y desde luego no fue ningún punto a favor de que su actuación fuera tomada en serio.

We Are Standard se encontraron con el público igual de frío, pero el carácter de su música y el de su cantante de extraña carisma indie (así como pasota pero graciosa) fueron animando a la gente mientras iban desgranando su repertorio sin preocuparse mucho de si hits como «Don’t Let Your Children Play Around» caían de las primeras. «¿Es esto todo lo que vais a hacer esta noche? No me lo creo» decía entre risas al público impasible el cantante que coincidió con el de Zodiacs en recordar las fiestas de Bilbao como algo mucho más animado. Mejor que pregunten al alcalde y su equipo. En fin, que la versatilidad de los músicos y el buen rollo que transmitían desde el escenario fueron otras de sus fortalezas. Tocaron casi todo de su segundo álbum y mantuvieron el tipo con su histérica y danzona versión de Velvet Underground, «Waiting for the man».

Para finalizar la noche, los Mamba Beat desplegaron su fusión colorista de funk, jazz, psicodelia y rock, mezclado en una coctelera de disco y acid house. En este combinado no faltaban trompeta, saxo, flauta, piano, ni programaciones. Una mezcla sugerente aunque tal vez demasiado desparramada, libérrima y difusa, con canciones que precisan algún que otro remate. Aún con todo, lo descarado y desprejuicidado de su música y puesta en escena les hizo ganar enteros sin duda.

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16 de agosto de 2009