/Reseñas///

Datsuns, The – Smoke & Mirrors

Datsuns
Hellsquad Records, 2006
Productor: The Datsuns
Banda: Dolf de Borst, Phil Buscke, Ben Cole y Christian Livingstone

Géneros: ,

7.1

The Datsuns aparecieron desde Nueva Zelanda en torno al año 2002, en pleno apogeo de las bandas que la prensa británica encumbraba como salvadores del Rock and roll. Injustamente, se les metió en el mismo saco de otras de esas bandas «The», como The Strokes o The White Stripes. Tras un éxito descarado con el primero vino un claro pasotismo por parte de la prensa con «Outta Sight, Outta Mind», su segundo disco, y unos años después tenemos unos The Datsuns que ni graban ya para V2 Records ni siquiera han tenido repercusión más allá de Oceanía.

Y es que a veces, ser un hype y que te metan en el mismo saco que una generación de músicos con la que guardas poco en común, puede destrozarle la carrera a uno. Este «Smoke & Mirrors» pasará bastante desapercibido para la prensa en general, pero nosotros tras los buenos momentos que hemos vivido con sus dos anteriores discos, no nos olvidamos de ellos. Y eso que sin duda, este es su disco menos brillante, que por contra es algo así como un paso adelante con la inclusión de estructuras algo mas rockeras y cercanas a Led Zeppelin que cercanas a esa mezcla «indie/Stoner» de discos anteriores y a Black Sabbath en general.

Coros rockandolleros como los de «Maximum Heartbreak» o «All Aboard» nos dejan un sonido muy fresco y novedoso dentro del sonido de siempre de la banda. Por contra, otros momentos más pop e indie, les hacen poca justicia. Sino ahí esta sobre todo «Blood Red» o la algo más acertada «Waiting For Your Time To Come». Pero para no asustar a nadie, ahora hablamos del sonido de siempre de la banda, que sigue presente en probablemente los mejores temas del disco. Hablamos del comienzo del disco con «Why Are You Stamping Your Foot For?» (geniales los teclados) y «System Overload», que son la antesala de esas guitarras tan graves en la onda Black Sabbath de las que saben sacar mucho jugo entremezcladas con cierto toque indie. Sirvan «Such A Pretty Curse» o «Emperor’s New Clothes» de ejemplos.

El final con «Too Little Fire» nos deja muy buen sabor de boca, sobre todo por esos coros semi-gospel, pero no podemos decir otra cosa que estamos ante el disco más irregular (en cuanto a calidad, no en cuanto innovación) de los neozelandeses. Aunque hay que darle «al César lo que es del César«: Si The Datsuns hubieran salido ahora y les hubieran enmarcado junto a bandas como Wolfmother o The Sword en vez de junto a The Strokes y The White Stripes, otro gallo les habría cantado.

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1 de enero de 2006