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Gallon Drunk – The Soul of the Hour

Gallon Drunk - The Soul of the Hour portada
Clouds Hill, 2014
Productor: Johann Scheerer
Banda: James Johnston, Terry Edwards, Ian White, Leo Kurunis

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8.2

Hay profundas injusticias en esto de la música. Parece que nos limpiemos la conciencia acerca de dicho fenómeno con expresiones como «banda de culto», pero el culto no da de comer mientras las masas apoyan a los cabezas de cartel que rotan en macrofestivales. Esta amarga introducción obedece al hecho de que el nuevo disco de Gallon Drunk va a pasar sin pena ni gloria, pero no por su calidad sino porque simplemente, nadie va a pagar para que nos entre en la cabeza.

Y es que resulta claro que los 9 minutos introductorios de «Before the Fire» harían derrochar litros de fluido seminal entre los seguidores de cualquier cosa que haya entre Nick Cave y Explosions in the Sky. Una inquietante pieza de instrumentación agitada con una fuerza ambiental que recuerda al «Burn» de The Cure y que, una vez entra la descarada garganta en juego, sirve para poner al oyente en guardia y de qué manera.

Un poco de historia. Gallon Drunk es una de esas bandas de rock alternativo casi previas al rock alternativo. Desde Londres, James Johnston y los suyos comenzaron a combinar blues, punk y todo el ruido que arrastraban de por medio en un rock salvaje y difícil de asir con el que editaron 5 discos, hasta que Johnston entrara a formar parte de The Bad Seeds, por obvia afinidad estilística (las comparaciones con The Birthday Party siempre estuvieron ahí), a lo que le siguió otra temporada con los pioneros del krautrock Faust.

Con este bagaje se puede entender que Johnston no se conforme y que con psicodelia y oscuridad como denominadores comunes firme un disco que oscila entre el rock n roll de desgarrador alma blues-punk («The Dumb Room»), trace puentes entre el rock gótico y la lisergia garajera («The Exit Sign») o alcance poderosos y serpenteantes clímax de ruido llevando la introspección de The Cult a un apabullante clima entre el teclado, el saxo y el sumidero eléctrico en el tema homónimo al disco.

La incorporación de estos instrumentos, los teclados muy presentes y el saxo más puntual, junto a una robusta y envolvente base rítmica, son quizá los elementos más decisivos para el sonido de una banda tan desmarcada. Y es que, aunque los riffs y el fuzz pueblen a gusto por el disco, no se entendería la hipnótica balada «Dust in the Light» sin esa dulce base de teclado ni se conseguiría llevar a la estratosfera el kraut-rock n roll que cierra «The Speed of Fear» en un clima más positivo.

En el alma de la hora de Gallon Drunk, Mudhoney, The Doors, Nick Cave y Spacemen3 se dan la mano para crear una nueva masa de rock n roll sin fisuras. Y lo mejor es que ni siquiera se les puede acusar de copiar a la mayoría de ellos, porque James Johnston siempre estuvo ahí. «The Soul of the Hour» tiene garra, sensibilidad y groove, reflejando una variedad que cada vez parece menos habitual en un disco y banda.

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1 de enero de 2014