/Reseñas///

Melvins, The – Houdini

Melvins
Atlantic, 1993
Productor: The Melvins, Kurt Cobain
Banda: Buzz Osborne, Dale Crover, Lorax (Kurt Cobain)

9.7

Contar en 1991 con un disco producido y con la colaboración de todo un ídolo generacional como Kurt Cobain era algo de lo que pocos podían presumir. Y si además resulta que el mismo Kurt lo hacía como un fan más de The Melvins la cosa ya pasaba de lo común. Y eso que este «Houdini» salió el mismo día que Kurt y sus Nirvana sacaron «In Utero», el esperado disco post-«Nevermind». Con este «Houdini», los inseparabales Buzz Osborne y Dale Crover unían fuerzas con un (una, en este caso) bajista más que añadir a la colección. Curiosamente Lorax, era la hija de Shirley Temple.

Las grandes virtudes del disco, curiosidades aparte, era esa manera en que The Melvins encontraron un sonido propio algo más alejado de ruidos y excesivos momentos experimentales de obras pasadas. Como disco, «Houdini» es sin duda el disco más redondo que los de Washington han grabado jamás. E incluso contiene algunos de sus temas más clásicos, como el dúo inicial «Hooch» y «Night Goat», dos trallazos de guitarras saturadas y de baterías potentes.

Continuando con el disco, «Lizzy» nos muestra unos Melvins algo más influenciados por el grunge que comandaba la escena en aquella época, en una canción de las más accesibles de las publicadas por la banda. Igual ocurre con la revisión del «Going Blind» de Kiss, que suena bastante fresco y sosegado. No nos engañemos respecto al álbum, la cosa no les había hecho cambiar su sonido demasiado: Buzz seguía sacando unos riff pesados que sonrojaban al más virtuoso de los guitarristas y Dale era la misma máquina de ritmos de siempre. Si no, ahí andaba «Honey Bucket» para dejar a todos boquiabierto en un tema acelerado e intrépido, más propio de Slayer que de otra cosa. Por contra, los siete minutos de «Hag Me», son el ejemplo perfecto de como Melvins consiguieron hacer más lento el metal, con un tempo pausado pero potente como el que más.
Así llegamos a «Set Me Straight», una canción mucho más pop en cuanto a voz y melodía, pero con el mismo trasfondo de riff machacón Made In Buzz. Despues, llegaba la primera experimentación sonora (la verdad, se empezaba a echar de menos) de la mano de la instrumental «Sky Pup», con un duelo de guitarras suaves creadas por el propio Osborne junto a Cobain, con una linea de bajo contoneante y sinuosa que encaja a la perfección.

Otro ejemplo de soberbio sludge infestado de pesadez y graves es «Joan Of Arc», que con un lento y continuo caminar, así como unos cuantos parones, convierte este tema en otro de los buques insignia de «Houdini». La recta final llega con la sludge «Teet», la acelerada «Copache» y con la extrañísima mezcla de percusión y bajo de «Pearl Bomb». Para finalizar el disco, los tres miembros junto a Kurt Cobain de nuevo, sacan a pasear las percusiones y se lían a dar mamporros. Era de esperar que el disco finalizara de la manera más bizarra, pues el resto del disco es de lo más accesible de su carrera. Curioso sin más, pues no olvidemos que este corte dura la friolera de diez minutos.

Buzz y Dale consiguieron sacar lo mejor de si mismos en un disco de una vez por todas. Con el justo grado experimental, con colaboraciones estelares y con un sonido espectacular (el conocido ingeniero de sonido GGGarth Richardson hizo uno de sus mejores trabajos) y sobre todo una banda cambiante y poderosa como pocas. Podemos decir sin temor que fúe el disco más influyente de Melvins, por ser el más accesible y el mejor en conjunto.

Por cierto, ni que decir tiene que en el siguiente disco cambiaron de bajista…

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1 de enero de 1993