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Pavement – Slanted & Enchanted

Pavement - Slanted & Enchanted portada
Matador, 1992
Productor: Pavement
Banda: Stephen Malkmus, Scott Kannberg, Bob Nastanovich, Steve West, Mark Ibold

Géneros: , , , , , , , ,

9.8

En 1992 muchas cosas estaban cambiando en el panorama musical. Mientras aquí nos congratulábamos del año olímpico el college rock norteamericano alcanzaba cotas memorables. Pavement fueron uno de esos grupos de post-universitarios frikis que comenzaron a hacer ruido a imagen (que no tanta semejanza) de Pixies, Sonic Youth, Superchunk o Dinosaur Jr., (teniendo a The Fall como la gran referencia británica) plantando cara en momentos que imitar a Pearl Jam era la salida más viable para un grupo de rock. La plantaron bien y como muestra dejaron un debut que pronto se situó entre las obras maestras del indie-rock noventero.

Por supuesto y como pasa mismamente con los discos de Sonic Youth (cuya vertiente «difícil» han heredado) la primera escucha de Slanted & Enchanted no es del todo placentera para un oyente no acostumbrado a las licencias de su estilo. Distorsión, instrumentos perezosos, atonalidades, voz meditativa y en definitiva muchas salidas de tono desconcertantes hacen que los cánones del pop o del rock clásico no se apliquen. Esto tampoco implica una ruptura tan radical, pues la transgresión arty de la Velvet Underground es una referencia clave, que seguiría patente en su evolución incluso más que los referentes antes citados.

Así, comienza «Summer Babe (Winter Version)» con su voz templada y una instrumentación que parece ir a su bola y no sabemos a que atenernos. Es increíble la fuerza melódica que con las escuchas se va desgranando en ella, a base de rascar entre la distorsión. Pronto se sucede «Trigger Cut/Wounded Kite at :17» en un tono mucho más animado y se van constatando más cosas de Pavement, como coros gamberros y juguetones. Y como no, el atípico sentimiento de unidad que tiene la sucesión de sus breves canciones, que tras interludios pueden arrancar directamente en estallidos punks como es el caso de «No Life Singed Her» como si nada. Violencia sónica con clase.

La magia de Slanted & Enchanted reside en gran parte en lo indeterminado de su propósito al ser un disco en que es complicado detectar si en cada momento el tono es alegre o triste, quedando en su mayor parte en un sentimiento agridulce, ácido, irónico e incluso cínico. Y es que hasta los momentos más apesadumbrados como «In The Mouth A Desert«, tienen lugar para atípicos y por otro lado geniales coros. Al noise puro y duro se entregan en pelotazos como «Conduit for Sale!», sin una sola linea melódica de voz sino Malkmus hablando y gritando sobre un inquieto colchón instrumental. Lo-fi punk en su mejor expresión y tensión rebajada magistralmente con el delicioso y volátil indie-pop de «Zurich is Stained».

Tras la rareza exótica de «Chelsey’s Little Wrists», llega uno de los momentos más rebosantes de melodía del disco. «Loretta Scars», de nuevo con un sencillo fondo de pop ensoñador inundado a golpe de batería, electricidad enmarañada y con una de sus líneas de guitarra más memorable, en la onda de J Mascis. Nuevamente «Here» sosiega el asunto y de qué forma, un tema rebosante de emoción y melancolía. Acto seguido, en choque frontal, «Two States» crispa el panorama quién sabe si escondiendo una reivindicación («dos estados, queremos dos estados, norte y sur…») o simplemente de cachondeo puro y duro.

El caso es que después de este divertido número llega el single con mayúsculas de Slanted & Enchanted. «Perfume-V» tiene la suficiente garra rockera para enganchar a un seguidor de Nirvana sin dejar de ser fiel al ruidismo lo-fi y ante todo con una base melódica de las que crean escuela. Salvaje, oscura, divertida, alegre… ¿entienden de lo que hablaba en la ambigüedad del tono? A partir de aquí nos queda una recta final de infarto desde las marcianadas noise de «Fame Throwa», que continúan en «Jackals False grails: The Lonesome Era» y un final en clave de balada indie que huye del peligroso tono solemne que hubiera mancillado el disco, como es «Our Singer».

Así, gracias a «Slanted & Enchanted» y a su continuación «Crooked Rain, Crooked Rain», Pavement se hicieron un hueco en la historia musical de los 90 sin necesidad de grandes dramas, ni historias de droga, de suicidios, ni tener label de procedencia como Seattle o Manchester. Su carrera seguiría manteniendo un nivel más que correcto, pero como suele pasar en estos casos, la madurez y sus ambiciones, incluso para un músico de rock, matan la frescura de la juventud y la llama de Pavement fue apagándose.

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1 de enero de 1992