/Crónicas///

Charon – Madrid (18/02/2007)

"J.P.", P. Sipilä,L.Tuohimaa, A.Karihtala y T. Hautamäki
8.5
Ritmo & Compás, 3/4 de sala.
Precio: 18 €
Géneros:

4 Seasons Rush
In Trust Of No One
Bitter Joy
Ride On Tears
If
Colder
Deep Water
Sister Misery
Craving
Little Angel
Christina Bleeds
At The End Of Our Day
 – descanso –
Come Tonight
House Of The Silent

Parte del éxito de la industria japonesa es saber copiar. Pero no simplemente copiar por copiar. Han mejorado en todo caso lo copiado, hasta tal punto que cualquiera preferimos un producto de tecnología japonesa, a los propios productos de origen.

España si por algo se ha caracterizado también, en su cultura musical, ha sido por copiar. Pero nosotros no conseguimos mejorar aquello que copiamos. Simplemente nos quedamos en la simple imitación. Después de la caída del cartel de Romanthica, tanto los sustitutos Dawn of Tears como los segundos teloneros inicialmente previstos, Westfallenpark siguen este patrón. Dawn of Tears son un quinteto madrileño de death-black metal, a imagen y semejanza de los grupos extranjeros que cantan en inglés. Durante la media hora de su actuación, pudimos observar muy buenas maneras, especialmente de su vocalista. Hay que decir en su contra que la base rítmica por problemas de sonido, desde nuestra posición, tapaba las guitarras (salvo en los punteos) y a los teclados, pero aún con eso, ofrecieron un buen concierto que supo llegar a sus incondicionales, aunque la verdad se notó que fue un arreglo de última hora, ya que pegaban poco con el grupo principal.

Westfallenpark, otro quinteto madrileño, en sus cuarenta minutos de actuación mostraron una línea melódica más acorde con Charon, pero mucho más cercanos a ambientes doom-death-power de tintes góticos, de otra banda de referencia finlandesa como Nightwish, de voces operísticas al frente de la formación. Movieron escasamente al personal y casi que me quedo, como momento más reseñable, con la versión que hicieron del tema Like A Prayer de Madonna. Como conclusión de unos y otros teloneros, decir que pusieron ganas y buenas actitudes en el escenario, pero que, por un lado estuvieron lastrados por no corresponderse con los parámetros musicales del grupo principal, y por otro, en no aportar nada nuevo a los grandes grupos de la escena internacional. Eso sí, al que le gusten estas cosas, ambos grupos son una buena opción, para ahorrarse las caras entradas de otros grupos, que prácticamente hacen lo mismo.

Finlandia al contrario que España, saben copiar e incluso, a veces, mejorar. Partiendo de grupos de rock gótico de primeros de los ochenta como The Mission, Fields of the Nephilim, Siouxsie and the Banshees o The Sisters of Mercy, han logrado modernizar el género y hacer el sonido muy adaptable a los oídos del gran público actual. Si no véase, el éxito internacional que cosechan bandas como H.I.M. o The Rasmus y la verdadera escena creada en torno al rock-metal de tintes góticos con bandas tan notables como los ya extintos Sentenced o su continuación Poisonblack o los Entwine, To/Die/For (estarán en marzo por España), Lullacry, For My Pain o mi banda favorita de la escena que es la que nos ocupa, Charon.

Verdadero gusto da ver, por un lado a una banda en un recinto tan adecuado como Ritmo y Compas (300 personas), pero por otro lado ,verdadera pena da ver que bandas como H.I.M. a más precio, y con un directo inferior, llenan La Riviera (3.000 personas). Comenzaron sorprendentemente con “4 Seasons Rush” y fueron desgranando temas de sus cuatro últimos discos, sin centrarse en ninguno en concreto, con puntos álgidos para el que escribe con temas como “Bitter Joy”, el bloque “Colder”“Deep water”, el subidón de “Little Angel” o mi canción favorita, “Cristina Bleeds” y el muy adecuado final con “House of the silent”, alargando la parte instrumental, dejando Juha-Pekka a los músicos tocando, para luego volver a saludar y despedirse en conjunto con la banda. Juha-Pekka fue el verdadero motor del espectáculo, aportando tanto presencia como carisma y buenas maneras en el escenario, controlando y animando a un público entregado en todo momento, muy bien apoyado por Pausi y por Lauri, los dos guitarras, muy compenetrados con el propio Juha-Pekka y con el público.

Esto fue algo muy de resaltar en la actuación, porque uno que ya ha visto como cuatro veces a H.I.M. y otra más a los Poisonblack, no deja de tener a los finlandeses por unos tipos especialmente fríos. Charon rompieron completamente con el molde, mostrándose como unos tipos verdaderamente simpáticos y entrañables, tanto que no me hubiera importado irme a tomar unas copas con ellos después del concierto. El sonido del concierto no fue especialmente bueno, pero con la pléyade de temas coreables que posee el repertorio de la banda, el éxito del concierto estaba de pleno asegurado. Además clavaron todos los riffs y solos y sin Juha Pekka en el escenario al final del concierto, supieron mantener perfectamente el tipo. La voz de Juha Pekka, es una voz que me gusta especialmente por el tono grave, pero se echo quizás un poco en falta en los coros, la voz femenina que suena en los discos. También se echo algo en falta algo más de duración del concierto, de escasa hora y cuarto, que paso en un suspiro. Pero ya se sabe, que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

En definitiva, buenísimo concierto de Charon, que dejo al público madrileño plenamente satisfecho. La aclamación “Charon, Charon” con acento castellano (en lugar de Karon en el original) fue unánime al final del mismo. Pero lo dicho una pena, que mientras en Finlandia esté sonando en todas las radios “Ride On Tears” como nos indicó la misma banda, en España Charon tengan que actuar en un recinto tan reducido (aunque sea una sala que me parezca casi perfecta en todos los aspectos) como Ritmo y Compas. Esperemos que el concierto saliera rentable a la promotora y que sirviera para que Charon se dieran a conocer por estos lares y para qué, la próxima vez que vengan a España, lo hagan en una sala de mayor capacidad.

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18 de febrero de 2007