/Crónicas///

Ferrara Fest – Madrid (17/01/2009)

8.8
Círculo de Bellas Artes, 400 pers aprox
Precio: 10 €

Sorprendente emplazamiento el del primer aniversario de los Ferrarafest madrileños que tantas gratas sorpresas han dado durante 12 meses. Para la ocasión el propio Javi Ferrara casi repite uno de hace poco con Ginferno, Rosvita y Modulok Trio (precisamente los tres últimos) al que se añadieron apenas Men Called Him Mister y el combo formado por Hyperpotamus y Javier Díez-Ena.

Como veníamos desde el concierto de Jeremy Enigk en Moby Dick nos tenemos que fiar de lo que nos contaron de los dos primeros actos, con las dos últimas actuaciones mencionadas. El indie entre convencional y arriesgado de Men Called Him Mister no congregó mucha gente, pero bastó para poderse desquitar de su lamentable paso por la sala Mynt como teloneros de Foals. Los segundos, Hyperpotamus y Javier Díez-Ena, mostraron sus influencias avant garde el día equivocado. No por qué no pegara en un evento así, sino por qué no es la manera más lúdica de ganarse al público habitual. En definitiva, diversidad de opiniones para un concierto distinto y arriesgado.

Con Rosvita recién comenzado, llegamos a una sorprendente estampa. No, no habló del concierto del trío madrileño, que ya estaban bordándolo, sino de una sala de columnas inmensa que registraba una importante afluencia y ambiente. Rosvita de hecho tuvieron la suerte de ser los más vistos aquella noche, lo que debió traducirse en un interés enorme hacia el impactante directo de esta banda. Sonaron «Hoy No He Visto La Luz», «Esas Palmas Me Han Dao La Vida» y «Próxima Parada Quijada Quemada» a la perfección, hicieron lo de montar el trombón y tocarlo entre la gente y por encima de todo mostraron como hacer de la música más o menos experimental un evento entretenido y para todos los públicos. Por ponerle pegas, el sonido del evento con tantísimo eco provocado por la falta de potencia no les vino nada bien, cosa que a Ginferno, por ejemplo, no molestó tanto.

De Modulok Trio no guardaba bien recuerdo musical, debido a una actuación en Pegatinafest que no llegó a cuajar. Ahora tenemos que reconocer que la cosa ha mejorado una infinidad, con un espectáculo a medio camino entre el mejor funky y el synthpop más hortera. Término haciéndose larguísimo, si, pero la verdad que la primera mitad de concierto (la del falsete a lo Prince y las guitarras funk) fue una fiesta bastante considerable para todos. Que sigan con esa línea ascendente.

Para finalizar, con una espantada de público sorprendente, Ginferno terminaron por poner el listón superlativamente alto. Si decíamos que Rosvita habían puesto de manifiesto que tienen uno de los mejores directos de Madrid, ¿que decir de estos locos seguidores del espaguetti western y del surf más experimental? Pues que pusieron a todos a bailar hasta la locura extrema en alguno de los casos. Hits que nunca llegaron a serlo, como «Hot Bananas» o «Triana Hop», perfectos para un fin de fiesta. Para colmo, está actuación sirvió para demostrar que Ginferno ahora que tienen cantante, una especie de Tom Waits rubito, son hasta más impactantes.

Que haya muchos más cumpleaños así con la palabra Ferrara y que haya muchos más conciertos en este emplazamiento, que no vamos sobrados de salas.

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17 de enero de 2009