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Festimad – Leganés (MAD) (08/06/2007)

7.0
Estadio Butarque, 8000 aprox.
Precio: 60 / 30 €
Géneros:

Set 1:
Porch
Animal
World Wide Suicide
Hail Hail
Corduroy

Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town
Severed Hand (MC Cready)
Given To Fly
Green Disease
Even Flow + Daughter + W.M.A. + Another Brick In The Wall

Alive

Bis 1:
Last Exit
Not For You + Modern Girl
Comatose
Go

Bis 2:
Black
I Believe In Miracles
Baba O’Riley
Yellow Ledbetter

Cuando una persona cualquiera, involucrada o no en el mundo de la música, oye hablar de Festimad, sabe que es un festival que habla de Rock. Esto antes no era así, pero desde la magnificación del festival en 1999 con la inclusión de Metallica en su cartel, siempre se espera un cabeza de cartel de categoría planetaria. Este año 2007 no iba a ser menos, y el Festimad consiguió la única actuación en España de Pearl Jam.

| ENEMIGOS MAQUETEROS |

Este año, el Festimad estrenaba ubicación por tercer año consecutivo. Tras la expulsión del parque del Soto y tras el desastre de la Cantueña, este es el segundo año que el Festimad recala en Leganés. Siempre es un gusto escuchar grandes bandas de rock en un estadio, y el de Butarque fue el escenario elegido para esta edición de 2007.

En el cartel del Viernes 8, la apuesta era el metal, y como tal, los grupos nacionales que acompañaban a los tres grupos principales estaban en consonancia. El que suscribe únicamente pudo escuchar a uno de ellos: Enemy of Myself. Este grupo madrileño hace una suerte de Hardcore Metal bastante efectivo. El sonido acompañaba y el poco público que había por aquel momento en el estadio se comenzaba a animar. Ro, el cantante, tiene una voz a la altura, y con un registro bastante amplio, que es capaz de emitir melodías entonadas y sonidos guturales sin problemas aparentes. Tras algo menos de media hora, bis incluido, abandonaron el escenario satisfechos y con la misión cumplida, no sin recomendar la descarga de su disco en su MySpace. Dejaron demostrada su valía ante un público receptivo y en el mismo escenario en el que más adelante tocarían los mismísimos Slayer.

| EL PROGRESISMO AL PODER |

Llegaban ya los peces gordos, y salía al escenario el grupo más esperado por mí: Anathema. Estos fetiches del metal progresivo están apunto de sacar su undécimo larga duración en más de quince años sobre los escenarios, y me sorprendió especialmente que los tres hermanos Cavanagh montaran su propio equipo e hicieran las pruebas de sonido. En este caso se cumplió aquella máxima de si quieres que salga bien, hazlo tú, porque Anathema fue la banda que mejor sonó en el estadio de Butarque.

Arrancaron Anathema su concierto con una brillante “Fragile Dreams”, para seguir sin pausa con “Closer” y “Deep”. Vincent Cavanagh estaba extremadamente voluntarioso, con constantes arengas a un público acostumbrado a otras variantes más extremas del metal, y con el que no acabaron de conectar. Tras la presentación de una nueva canción que se incluirá en su próximo disco “Everything”, y una brillante “Empty”, llegó la parte más ambiental del concierto donde el metal, e incluso el rock ha desaparecido de su música para dar paso a simplemente canciones hipnóticas, encantadoras y exquisitas. A esta parte del concierto corresponden sus hits “One Last Goodbye”, “Hope”, “A Natural Disaster” y “Judgement”. Durante “A Natural Disaster”, hizo aparición Annie Livingstone, que acompañó con una deliciosa voz a los de Liverpool. Y poco a poco se iba llegando al final del concierto, con una rapidísima “Panic” y rematando con una hechizante “Flying”. En resumen, unos Anathema soberbios y con un sonido exquisito desentonaron entre tanto Heavy de melena y chupa de cuero.

| SATÁNICOS DE PALO |

Cuando un estilo musical nacido con tantos brazos como el Death Metal vuelve a Estados Unidos, lo más probable es que se prostituya. Esto es lo que ocurre con el Death Metal melódico en el caso de Killswitch Engage con su copia del Death Metal escandinavo, y con el Death Metal californiano resucitado por Devildriver. Esta banda, capitaneada por el antiguo cantante de Coal Chamber, Dez Fafara, es el claro ejemplo de la idea americana de primar el espectáculo sobre la música. Con un sonido un tanto deficiente y graves problemas técnicos, despacharon al personal en menos de 45 minutos y con un set list deslavazado y poco ligado que hizo que su mejor canción, “I Could Care Less”, pasara desapercibida entre tanto repertorio de speeches del frontman.

|ANCLADOS EN EL PASADO|

Y tras el montaje del escenario, con una espectacular batería presidiendo el mismo, hicieron acto de presencia los cabeza de cartel del viernes en el Festimad. Slayer, de nuevo con Lombardo a la batería, basaron todo su montaje en este instrumento. Una batería excesivamente barroca, rápida y abusando del doble bombo como sólo Lombardo lo sabe hacer, unido a que el vocalista Tom Araya, es más soso que un yogur de agua, hizo que el concierto me pareciera extremadamente aburrido. A esto hay que sumar que el sonido era lamentable y que apenas se distinguían los riffs de Kerry King. En fin, que supongo que un fan incondicional de Slayer disfrutaría del concierto, porque el set list incluyó clásicos como “Angel of Death”, “War Ensemble” o “Show No Mercy”, pero se nota que lo años no pasan en balde, y ese reduccionismo mental de los heavies acérrimos para negarse a evolucionar ha hecho que Slayer se conviertan en una banda anclada en el pasado.

Después de que Slayer tocaran, salieron al escenario los madrileños Migraine, pero ante la lejanía de tierras leganenses, servidor no se quedó para verlos.

Como síntesis, debo decir que al Festimad como festival de Metal se lo están comiendo la cantidad de otros festivales que afloran por la geografía peninsular con apuestas mucho más completas, en cuanto a cartel como en cuanto a instalaciones.

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8 de junio de 2007