/Crónicas///

Jayhawks, The – Sevilla (08/04/2015)

8.5
Teatro Quintero, lleno
Precio: 18/22 €

I’m Gonna Make You Love Me

Sixteen Down

Angelyne

Take Me With You

Stumbling Through the Dark

Somewhere in Ohio

Ain’t No End

Save It for a Rainy Day

Tampa to Tulsa

Waiting for the Sun

Smile

Settled Down Like Rain

Trouble

Baby, Baby, Baby

Blue

Two Hearts

I’d Run Away

All the Right Reasons

Big Star

Tailspin

La nueva cita con The Jayhawks en Sevilla estuvo marcada por la melancolía por varios motivos. Primeramente por la propia música de la banda de Gary Louris, ese folk-rock evocador que nos habla de lluvia, huidas, amor y mentiras; que iba a ser interpretada en un lugar tan idóneo para ello como el Teatro Quintero, con su decadente ambigú y sus titilantes líneas de luces como estrellas colgados de las paredes de la sala. Pero también por la asistencia, ya que, ¿dónde estaban los jóvenes? Con el sold-out colgado desde hacía semanas, sólo veíamos desfilar un perfil de público ubicado de media en la cuarentena, situación en la que se hace imposible el encuentro y el trasvase del testigo del rock entre generaciones.

Hablando sobre qué tendría más parte de culpa sobre esto último, si las modas, el precio de la entrada o el desinterés, subió la banda al escenario ante una sincera muestra de calidez por parte de los asistentes. Empezaron a lo grande con “I’m Gonna Make You Love Me”, uno de sus temas más célebres de su, podríamos decir, ‘segunda época’. Sonaron algunas canciones más y certificamos que el sonido era bueno, a pesar de alguna estridencia puntual del micro del Louris, y la banda parecía compenetrada y contenta al ver que las canciones fluían con naturalidad y eran bien recibidas.

Con la nueva ausencia de Marc Olson podría parecer que faltarían sus clásicos, pero la aparición al poco de “Take Me With You (When You Go)” hizo desaparecer cualquier inquietud al respecto. No son los Jayhawks una banda habituada a los aspavientos en directo, pero se la veía cómoda y menos tensa sin la presencia de su controvertido ex compañero: Gary Louris, que no es el mejor frontman de la historia aunque siga teniendo presencia juvenil gracias sobre todo a su mata de pelo; bien respaldado por el eterno bajo de Marc Perlman; el batería Tim O’Reagan, que cogió el micro en más de una ocasión; y sin olvidarnos de la recuperada Karen Grotberg a los teclados.

El repertorio, bastante equilibrado entre toda su discografía que va de “Hollywood Town Hall” hasta “Rainy Day Music”, que se llevó algo más de peso específico, obvió extrañamente al último “Mockingbird Time” y se acordó del lejano “Blue Earth” con una inesperada “Ain’t No End”. El respetable disfrutó con cada una de las canciones, tuvieran diez o veinte años, interpretadas con palpable cariño y profesionalidad por la formación, por lo que no resultó extraño que el recital fuera ganando enteros conforme pasaba el tiempo.

A pesar de alguna interferencia por parte de los inevitables charlatanes durante baladas como “Tampa to Tulsa» o “Smile”, el concierto alcanzó el nivel de excelente, invitando a cantar a voz en gritos clásicos como “Save It for a Rainy Day”, “Settled Down Like Rain”, “Blue” (con la que más de uno soltaría una lagrimita), o “I’d Run Away”. Y para rematar en el bis, tras el paripé cómico con ese imposible medley en el que llegó a distinguirse a Tears for Fears, la banda rubricó con “Big Star” y “Tailspin”, dejando a todos satisfechos. Un concierto precioso y conmovedor, por el que hay que agradecer también a SON Estrella Galicia, promotora que por fin ha decidido desembarcar en Sevilla y que espero nos dé más alegrías parecidas en un futuro.

 

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8 de abril de 2015