/Crónicas///

Summercase – Boadilla (Mad) (15/07/2006)

9.2
Viñas Viejas, Más de 15.000 personas.
Precio: 105 € (abono) / 75 €

El segundo día comenzaba para nosotros a eso de las 21:00 con la actuación en la Terminal S de todo un clásico ya de la música de los noventa. Greg Dulli acompañando a The Twilight Singers, con un retraso enorme en el inicio de su actuación de la que únicamente dimos cuenta de tres canciones. Realmente geniales en directo primero una impresionante «I’m Ready» de su nuevo disco y sobre todo con una increíble y desgarradora «Teenage Wristband «. El líder de Afgan Whigs sigue con una voz igual de interesante en directo y también, fumando igual que siempre.

En el Terminal O, con gran parte del montaje de Daft Punk y Fatboy Slim ya montado, salió el miembro de los Moldy Peaches, Adam Green… en un estado bastante ebrio por cierto. Las risas entre el público cuando veíamos en la pantalla sus ojos rojos y su exagerada manera trabada de cantar. Desde el calvo precedido por bailes ridículos en «Crackhouse Blues», los bailes y caídas absurdas durante toda la actuación, la cara de pocos amigos de la banda de acompañamiento y su espantoso castellano no hicieron más que hacernos disfrutar a algunos con un show divertido como pocos. Para otros fue vergonzoso, pero para nosotros simplemente genial y único. El concierto en sí estuvo bien cimentado en canciones que a pesar de la borrachera defendió con honor, como en el caso de «Hollywood Bowl» de su más reciente disco o de temas tan fenomenales como «Carolina», «Emily» o «Gemstones» de su disco titulado igual o de su «Friends Of Mine» con su clásica cita a Jessica Simpson en «Jessica» o la divertida «Bluebirds». Pero sin duda dos momentos de los que decíamos única en su actuación, primero una brillante versión ciertamente pornográfica en castellano de «Emily» y por otro, cuando en un improvisado bis sacó a dos chicas del público a cantar con el. Hay pocas cosas tan divertidas como un concierto de Adam Green para ir abriendo boca.

Tras Adam Green, corriendo de nuevo a la enorme carpa circense en el que estaba prevista la actuación de Sparks, en lo que sería la primera visita de los hermanos Mael a nuestro país (a pesar de la veintena de discos que llevan a sus espaldas). Y la verdad, que si debo destacar una actuación de todo el festival esa sería la de Sparks, tanto por sonido, como por la dificultad añadida de no ser una banda que fuera tan del ambiente del festival y sobre todo por que los hermanos Mael y la banda que llevan hicieron todo lo que tenían que hacer encima de un escenario. El mayor pero que se les puede poner para que no llegaran al 10, fue un set list mas ochentero que creo no les hizo justicia, ya que unas canciones más festivas y del entorno del «Kimono My House» les hubiera hecho quedar directamente beatificados en su primera aparición por aquí. El concierto tuvo un comienzo electrizante con una idónea «Happy Hounting Ground» a la que siguió un tema de los que sobran las palabras, «Something For The Girl With Everything» (para alguien fan de Faith No More empezar así es un regalo). Con dos canciones, a mi me habían ganado ya.

Una banda con Steve (bajista) de Redd Kross, Jim Wilson (guitarrista) de Mother Superior, el ayudante de John Frusciante ,Josh Klinghoffer (también a la guitarra) y la siempre carismática Tammy Glover a la batería, respaldaba perfectamente a Ron y a Russel. Así desgranaron poco a poco de lo mejor de su repertorio: «Never Turn You Back On Mother Earth», la celebradísima «No. 1 Song In Heaven» o «Hospitality On Parade». Mención aparte de estas canciones merece el teclista Ron Mael que permaneció sin pestañear toda la actuación hasta que en un par de momentos se movió hacia el público, para dejarnos ver esa bonita corbata metida por dentro del pantalón. Es un fenómeno y siempre lo será. Su hermano Russel no se quedaba corto, ya que en su caso a pesar de no parar de moverse en todo el concierto, su voz sonaba exactamente igual que en el disco. De su última obra tuvimos un tramo realmente increíble en dónde la portentosa banda que llevaban se adueñó de los coros igual de bien que de los instrumentos. De esa parte destacar la brutal «Dick Around» que le da cien mil vueltas a la versión del disco, una «(Oh Baby, Baby) Can I Invade Your Country» repleta de guitarras o una algo más comedida «Perfume». Para acabar tuvimos «Amateur Hour» y «Suburban Homeboy» que a mi parecer fueron demasiado tranquilas para finalizar un conciertazo así. Sobre todo cuando antes habíamos tenido el mejor momento del concierto con la colosal «This Town Ain’t Big Enough For The Both Of Us». Para cerrar, los hermanos Mael interpretaron Change que quizás en versión completa nos hubiera dejado mejor sabor de boca. En general, conciertazo que todo el mundo con el que he hablado me ha corroborado y es que pocas veces uno tiene delante una leyenda así de inmensa, y menos con esa honradez y coherencia que vimos en la Terminal S con Sparks.

Tras Sparks, decidimos aguantar en ese mismo escenario a ver lo que nos diera tiempo de Sigur Rós. Empezó a llover gente de todos lados y terminamos viendo un poco del concierto un tanto alejado y muy embutido. Prácticamente igual que lo que vimos en Bélgica apenas 15 días antes, pero con un entorno que impedía poder disfrutar de aquello. El comienzo con «Takk…» y «Glósóli» fue mucho más lleno de emociones visto desde dentro, pero en el resto de canciones la cosa no invitaba a estar ahí. Comparándolos una vez más con  Werchter, un festival no es el mejor sitio para verlos pero si me dan a elegir entre el sudor del Summercase y el césped belga… No me lo pienso.

Salimos de aquel embrollo con la idea de meternos a otro, pero extrañamente no hubo demasiados problemas por llegar delante, aunque algo ladeados a la Terminal O. Y decimos extraño debido a que allí estaban el par de robots que suponíamos eran Daft Punk. Y decimos suponíamos, por que comentábamos que a saber si ese par de personajes que coronaba la espectacular pirámide de neones y metal que era su escenario eran el dúo francés o unos simples actores encargados de «darle al play». Pero nos callaron esas acusaciones solo con su música, ya que desde esa introducción con «Robot Rock» pasando por ejemplo por «Technologic», «Around The World» o «Harder, Better, Faster, Stronger» perfectamente mezclados unos con otros, la fiesta no paró. No dieron respiro alguno en los casi 80 minutos de duración, poniéndole el listón demasiado alto a Fatboy Slim. Imposible fue parar de bailar, no solo motivada por la sesión, también por la increíble puesta en escena con un juego de luces simplemente perfecto. Sin duda, los triunfadores del Summercase 2006. Mientras sonaban «One More Time» y «Aerodynamic», fuimos yendo hacia la Terminal E y otro de los momentos del festival.

Y es que, por muy bien que estuviéramos pasándolo con Daft Punk y por mucho que me apeteciera ver a Mäximo Park en la carpa grande, Massive Attack son siempre cita obligada. Y más esta vez que venían con todo el elenco de cantantes que tan bien les hace. No faltó ni Elizabeth Fraser cantante de Cocteau Twins, ni Horace Andy, ni nadie. Así que con el «Mezzanine» de esqueleto, hicieron el segundo mejor concierto del festival o el mejor empatando a Sparks. Si contamos que el set list fue prácticamente perfecto con “Teardrops”, «Inertia Creep», «Angel» o «The Unfinished Sympathy» y unimos la enorme precisión de cada uno de los integrantes de la actuación, dotándolo de un sonido realmente impresionante (una pena que nadie se diera cuenta que hacia el final del concierto los oídos nos iban a explotar por culpa del bajo) estamos ante un concierto realmente de sobresaliente. Durante la casi hora y media de su show, nos olvidamos de la fiesta del escenario de al lado y simplemente movimos ligeramente la cabeza al son de los grandes padres del trip hop. Esperemos que la próxima vez, no vibremos con temas de siempre y que sea con temas nuevos realmente a la altura.

El festival daba sus últimos coletazos y nos acercamos a ver a Fatboy Slim. Le pillamos empezado y bueno, la verdad que mejor. No le pille el truco a su actuación y eso que no esperaba oír sus temas ya que iba sobre aviso, pero si que algún detallito a los menos «electrónicos» hubiera hecho que yo estuviera bailando como el que más. Al contrario que Daft Punk, se dedicó a dar una sesión en la que pinchó cosas como Arctic Monkeys pero que en general fue de lo más machacón de la noche. Aprovechamos para darle un tiento a James Murphy de LCD Soundsystem en la carpa (¿Quien le puso a la vez que a Fatboy Slim?) y aunque nos convenció más que lo del escenario grande, nos retiramos a descansar a la carpa dónde a eso de las 4:45 DJ Amable (residente de Razzmatazz) pincharía una sesión mas normalita y menos machacona. Sonaron canciones de bandas del festival y los temas de siempre de la sala barcelonesa. Nos dejó con buen sabor de boca, pero quizás le faltó algo más de cañita para acabar.

Debían ser las 6, era de día y había que irse yendo… Aún había mucha gente y la verdad, todo el mundo con cara de haber disfrutado de este segundo día. Empezando por el que escribe. Un fin de fiesta memorable este segundo día, que nos deja con ganas de una segunda edición de este nuevo festival veraniego.

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15 de julio de 2006