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Viña Rock 2013 – Villarobledo (02/05/2013)

6.8
Recinto Viña Rock, 61000
Precio: 42,50/90

La pasada noche del jueves 2 de Mayo daba comienzo uno de nuestros festivales más longevos. Viña Rock cumple 18 años y como no podía ser de otro modo, sus feligreses terminaron por agotar el papel poniendo el cartel de no hay billetes en taquilla. Son muchos años para un festival que con pequeñas pinceladas de renovación, continúa la senda que les hizo ser durante la década pasada el festival más multitudinario del país. Esto es: punk rock del denominado urbano; una buena colección de metal patrio; un cartel con lo más vendible del rap nacional; y un buen montón de bandas de las que se meten en ese diáfano saco de la fusión.

Esta edición 2013 contaba, de la mano de Pennywise, con la últimamente requerida perla internacional que completa la oferta de un cartel que por lo general pueblan las bandas nacionales. Con los californianos como principal pretexto, nos dirigimos hasta La Mancha profunda a cubrir un día de intenso cariz contestatario, y es que ni una sola de las bandas que pudimos presenciar dejaron de lado la oportunidad de lanzar alguna píldora crítica hacia esos gobernantes que sean del partido que sean nos van sumiendo cada vez más en la lamentable situación económica y social que atraviesa Europa. Sin duda Riot Propaganda, banda formada por Habeas Corpus junto a los raperos Los Chikos del Maíz, se llevaron a la palma en lo que a discurso político se refiere. Militancia absoluta de izquierdas en un concierto marcado por la potente fusión del rap de unos, y las guitarras metaleras de los otros, que dejó tiempo para el recuerdo de clásicos de Habeas Corpus como «Cada Vez Más Odio«, «Fascismo Nunca Más», «A Las Cosas por su Nombre», o «Mano de Hierro, Guante de Seda», la cual fue dedicada a Margaret Thatcher y todas sus discípulas. Usando todos los trucos de directo habidos y por haber dentro de los conciertos de metal y hardcore, los circle pit, los wall of death, y todas las demás estrategias de calentamiento del público utilizadas fueron ampliamente contestadas por un respetable que andaba con ganas de darlo todo en el que era el primer gran concierto del festival.

Tras ellos los granadinos Hora Zulu tenían el reto de tocar por primera vez de noche en este festival después de sus múltiples participaciones en horarios soleados de otros años. Sin duda cada vez son una banda más grande y lo demostraron con un concierto lleno de profesionalidad y contundencia. Una contundencia que sin embargo no tuvo la mejor de las ayudas por parte del sonido, ya que sobre todo el primer tercio de concierto se acercó, y mucho, al suspenso. Pero en un entorno de fiesta como es el Viña, lo cierto es que eso a veces parece lo de menos, y la colección de temas expuestos por Aitor Velázquez y los suyos fue encandilando al público que llenaba el Escenario Villarobledo. No faltaron temas de su último disco como «Mis Barranqueras», «Crom en su Montaña», o «Gabinas de Cochero», pero como siempre fueron los recuerdos a sus dos primeras obras los momentos que más y mejor funcionaron. Así, «Agua de Mayo», «Golpes de Pecho», «De-que-rer-ser», «Tientos», o la brutal «A Ver si me Entiendes», pusieron patas arriba a todo la audiencia del Viña Rock que apostaba por los ritmos metálicos, frente al rap o la fusión de otros escenarios.

Acto seguido, y sin tiempo para ni siquiera pensarlo, arrancaban el cabeza de cartel de este jueves, Pennywise. Con la vuelta de Jim Lindberg, y la conmemoración de los 25 años de la banda, se esperaba con ganas la vuelta a nuestro país de estos clásicos del hardcore melódico californiano. Con un sonido aún peor que el de Hora Zulu, lo cierto es que tardaron los técnicos en hacerse con ellos, y de no haber sido por la incontestable retahíla de temas clásicos que interpretaron la cosa se habría teñido de decepción absoluta. Cierto es también que la cosa fue mejorando, y un último tramo en el que sonaron «Fuck Authority», la siempre recurrente «Stand By Me», o el himno entre los himnos del hardcore, «Bro Hymn», no podía dejar indiferente y decepcionado a absolutamente ningún fan. Y es que hay que ser conscientes que un festival no suele ser el mejor sitio para ver la mejor versión de tus bandas favoritas…

Continuaba la noche por la senda de los sonidos metálicos que lindan con el hardcore, y para ello ninguna formación mejor que los navarros Berri Txarrak. La banda de Lekumberri liderada por Gorka Urbizu está en un increíble estado de forma, y su estatus de banda de grandes dimensiones llega hasta el punto de que un festival como el Viña Rock, donde hace unos años tocaban en horarios marginales, ahora les concede un lugar de prime-time absoluto. Lleno hasta la bandera, a estas horas el recinto no podía tener mejor aspecto para un concierto de rock, y con una presencia escénica totalmente milimetrada los de Esukal Herria dominaron su actuación de principio a fin. Con un set list que deparó sorpresas y se alejo de lo previsible, pudimos por ejemplo disfrutar de temas como «Biziraun» que hacía mucho no escuchábamos en sus conciertos. Hubo hueco obviamente para su último Lp, «Haria», pero también un gran protagonismo para el magnífico «Jaio.Musika.Hil», del que interpretaron entre otras «Berba Eta Irudia», «Oreka», u «Onak Eta Txarrak». Con la siempre memorable «Denak Ez Du Balio» en los bises, así como la acelerada versión de «Redemption Song», acababa la actuación más completa que pudimos ver a lo largo de la tarde-noche.

Cerraría nuestro jueves de festival, y ya desde la lejanía, el punk urbano de los carismáticos madrileños Boikot. Mensaje politizado, himnos de barra de bar, y canciones que forman parte del imaginario colectivo de todos aquellos que crecimos en los 90´ de este país, fueron como siempre los ingredientes de uno de esos combos tan típicos desde hace lustros en este Viña Rock. Un día completo y variado que demostró como poco a poco bandas con sonidos algo diferentes al siempre recurrente rock urbano, van consiguiendo posiciones de mayor privilegio dentro del festival manchego.

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2 de mayo de 2013