/Reseñas///

Biffy Clyro – Puzzle

Biffy Clyro - Puzzle portada
14th Floor Records / Warner, 2007
Productor: GGGarth
Banda: Simon Neil, Ben Johnston, James Johnston

Géneros:

9.4

Biffy Clyro es una banda que siempre se había mantenido sumamente fiel a sus principios en sus tres primeros álbumes: Guitarras afiladas, giros inesperados y enrevesados y melodías sutiles, todo ello para lograr canciones con 15 o 20 partes distintas, capaces de remover el estómago a cualquiera, y su último álbum (Infinity Land, 2004), es el mayor exponente de todo ese sonido. Ahora, tras un parón de tres años y la salida de Beggars Banquet, el sello que confió en ellos desde el principio, parece que Biffy Clyro se ha vuelto un grupo extremadamente sólido, algo que antes hubiera sido imposible teniendo en cuenta que sus tres primeros álbumes salieron en años consecutivos.

Todo el desorden, todas las estridencias disonantes, han desaparecido del sonido del grupo; pero los giros dentro de sus canciones y la agresividad que les ha caracterizado siguen presentes, lo que da a pensar que la mayoría del tiempo lo han dedicado a limar asperezas de sus temas para dar lugar a un disco casi redondo, donde las melodías pop y los estribillos pegadizos que ya existían (aunque sin resultar tan obvios como ahora) se unen a los guitarrazos de siempre y a esos giros que antes daban a pensar que estábamos ante una banda un tanto especial de la, por entonces, corriente creciente del emo y ahora hacen darnos cuenta de que nos encontramos con una excelente banda de rock, sin más pretensión que la de ser ellos mismos.
Parece que Biffy Clyro han perdido el miedo a parecerse a otros grupos (nos recuerdan un tanto a los Queens of the stone age de “No one knows” en “Who´s got a match?” o a Franz Ferdinand en la estrofa de “Now I´m everyone”) o a hacer estribillos de rock totalmente pegadizos (“Saturday superhouse” o “Semi-mental”) o incluso a hacer canciones deliciosamente dulces (“Love has a diameter”). Pero lo que nos recuerda que estamos ante Biffy Clyro, y que lo que estamos escuchando es una banda que ha sabido evolucionar, adaptarse y, porque no decirlo, mejorar, es el inicio arrollador con “Living is a problem because everything dies”.

El único punto flaco del álbum, esas canciones que uno se saltaría si no dispone de ganas para escuchar el álbum completo, son dos de los temas que hay hacia el final; “Folding Stars” y “9/15ths”, pero aún así, el sabor de boca que se queda al final del disco es el de estar ante una banda sin fisuras, que sabe lo que quiere, cómo quiere sonar y a quién quiere llegar, y que ha dado los pasos necesarios para llegar al punto en el que está, con 3 álbumes previos y cientos de conciertos a sus espaldas. Llegados a este punto, cabe reconocer que Biffy Clyro posiblemente nunca llenen estadios ni lleguen a estar en el olimpo del rock contemporáneo, pero eso importa poco, muy poco, si siguen haciendo trabajos en los que pongan solamente una fracción de su talento de lo que muestran en “Puzzle” que es mucho y que hace de este disco, sin duda, su mejor trabajo hasta la fecha.

Contenido relacionado

1 de enero de 2007