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Merchandise – After the End

Merchandise - After the End portada
4AD, 2014
Productor: Autoproducido
Banda: Carson Cox, Chris Horn, David Vassalotti, Elsner Nino, Patrick Brady

Géneros: , , ,

8.0

Lo nuevo de Merchandise era sin ningún género de dudas, de lo más esperado para un servidor. «Children of Desire» fue una sorpresa y «Totale Nite» una salvajada en la que el trío de Tampa (ahora quinteto, al parecer) condensaba sensibilidad y abrasión de una forma al alcance de muy pocos. Y su frontman Carson Cox se postulaba como un crooner pop con mucho que decir. Por estas mismas cualidades, imaginaba que un sonido más relajado era el cauce por el que se moverían los futuros pasos de los de Florida. Lo que quizá no esperaba es que bajaran de forma tan rápida los niveles de ruido, homogeneizando de paso una propuesta que antes parecía inabarcable.

«After the End» se desprende de la mayoría de los matices de noise y shoegaze y nos podemos olvidar también de la psicodelia más ácida. Con la chulería que otorga a veces el talento, la banda parece entonar mensajes como «eso ya lo hemos hecho» o «no necesitamos impacto». Claro que esto se dice más fácil desde el altavoz del gran sello indie 4AD que ahora les acoge. Desde aquí, Merchandise hacen más que nunca justicia a la etiqueta 80’s que les acompaña. The Cure, The Smiths, Simple Minds, Echo & The Bunnymen, R.E.M… la banda parece hacer una indagación certera en el pop-rock de época. Canciones afectadas, eufóricas, que beben de oscuridad postpunk y reflejan luz new-wave con mucho brillo sintético.

Así, si de verdad Merchandise estuvieran en alguna competición, diríamos que se ríen de The Horrors en temas en que clavan la superposición de sintetizadores y colchones shoegaze como «Green Lady» o que consiguen algo tan poco sencillo como capturar la llama de los primeros R.E.M. al ritmo del bajo danzón y los juegos de guitarra de «Enemy», siempre con la dulce y profunda voz de Cox llevando las cosas a otro terreno. No es el único momento movido del disco, «Little Killer» se llevaría el honor como tema más movido del conjunto tirando hacia el power-pop siempre desde este prisma vintage.

Sí que es cierto que aquí no contamos con exhuberantes pelotazos de rock bailable como esa «Anxiety’s Door» o catarsis rock a lo «Totale Nite», pero sin embargo se refina el concepto de canción, las duraciones se hacen estandar y los ambientes, al margen de esa hermosa psicodelia de apertura en «Corridor», pierden peso. Pero lo que marca la diferencia en Merchandise y no se pierde es la sutileza, la multitud de arreglos, la extrema riqueza de matices que permiten al oyente deleitarse en cada escucha. También entran aquí detalles como reconocer leves ecos de bandas clásicas, desde los Replacements en «Telephone», a Depeche Mode o Chris Isaak en «After the End» y hasta al «Here comes the Sun» de los Beatles en la final «Exile and Go».

Dentro de esta nueva calma, «True Monument» despunta como absoluta pieza clave, «Life Outside the Mirror» como la poderosa balada con aspiraciones más gloriosas y «Looking Glass Waltz» sirve para recordar por qué las comparaciones con de la majestuosidad vocal de Morrisey acompañan a la banda desde un comienzo. Aunque el ritmo del disco se ve lastrado por esta nueva tónica parece que algo de herencia punk han mantenido. Al menos en su filosofía DIY, ya que ha sido grabado y producido por ellos mismos en su casa, aunque han contado con Gareth Jones (Depeche Mode, Interpol, Grizzly Bear) para las mezclas.

Es verdad que estos Merchandise son bastante menos excitantes que los que conocíamos (podemos compararles con el caso The Men para hacernos una idea aproximada), pero a veces repetirse es morir. Y se me hace complicado pensar en un disco de pop de esencia 80s más acertado, en casi todos los sentidos, que este «After the End». Al fin y al cabo, ¿qué mejor banda de indie pop una que haya demostrado saber hacer otras muchas cosas?

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1 de enero de 2014